Las crónicas de Barkwick
Chapter 1. El comienzo.
Miro el despertador, las jodidos dígitos de color verde fosforito me informan que otra noche más el insomnio se ha apoderado de mi alma. Nervioso, abro la mesita en busca de una salvación, pero soprendentemente no hay nada. Estoy abúlico y no se que hacer, me tiemblan las manos y mis grandes cualidades olfativas me indican que mis poros necesitan una ducha; Mierda, me acabo de acordar que me cortaron el agua hace un par de meses así que no podré hacerlo.
Ahora, unos pasos se oyen desde el otro lado de la habitación y de repente, ¡Trac! Se abre la puerta y aparece una bailarina desprendiendose la ropa. Cada vez se acerca más a mí y noto como sus pequeños pezones tiernos y rosados empiezan a deslizarse por mis oscuros labios manchados de licor de café. Unas palabras oscenas empiezan a introducirse en mi oído pero no soy yo el que se enciende, es Carlitos, el verdadero actor que sin consultarme nada, empieza animarse como un perro rabioso y se convierte en protagonista de la escena.
¡Ohhh! Todo es maravilloso, los movimientos son veloces, sensuales, inteligibles y en mi mente solo se escucha un juego de palabras al ritmo de las 4 estaciones de Vivaldi : rapido,suaveeeee, rapidoooo, suaveeee….. Stop !!! Basta! No quiero seguir con está fantasía hedonista .Indignado, mi cuerpo se deja caer en el sucio colchón de espuma que descansa en la base inferior de esta estúpida cama. La miro detalladamente y unas palabras saltean por mi cabeza: ¡Joder, que fea eres! me pregunto quién será el gilipollas que se le ocurrió poner la imagen de Reiziger en la cabecera. Finalmente llego a una brillante conclusión: más tonto es la persona que lo ha comprado, osea, yo.
Tras esta resolución me empiezo a dar asco, suspiro profundamente y noto que algo se mueve lentamente por debajo de mi. No me preocupa que puede ser pero cada vez se acerca más a mi trasero. Todo está a punto de caramelo pero finalmente, ¡ZAS! Mi cerebro me ordena dar un salto inconscientemente y caigo sentado en el lateral derecho de la cama. ¡Vaya, no me lo puedo creer, una cucaracha a estado a punto de encontrar mi punto G.! ¡Casi cometo un acto de bestialidad!.
Enojado, me paso las manos por mi espesa cabellera rebosante de aceite de anchoas y mis ojos empiezan a indagar hacía la nada. Aunque tengo presbicia, me detengo fijamente en el suelo y veo como las procreaciones de una gotera juegan al escondite en las grietas del parqué deteriorado. No se si es mi imaginación pero consigo percibir los gestos de sus caras. Son niños felices,sonrientes humildes que no son conscientes de su condición. Probablemente algunos caerán en hojas de clorofila y tendrán una muerte de aroma agradable pero, ¿y las que caen en la tierra o en cualquier superficie dura? ; ¿ acaso son distintas del resto y la suerte les ha abandonado?.
Realmente no sé la respuesta y por ello empiezo a reflexionar sobre la cuestión. Ahora es cuando exo de menos una verdadera barba para sacar una hipótesis propia, pero no la tengo y por ello acabo aburriendóme y pasando del tema. Siempre me pasa lo mismo, quiero hacer cosas, tengo muchas ideas, pero finalmente opto por no hacer nada, ya que me reservo para algo grande. Lo lamentable es que esa idea brillante nunca llega.
Finalmente decido levantarme y cambiarme de ropa. Necesito que el aire fresco ventile el apestoso olor a White Russian que impregna la habitación. Levanto la persiana, abro la ventana y observo como un gran número de mujeres transportan en su cabeza cestas llenas de manzanas, limones, naranjas y sandías, que llenan de colorido la única calle que hay en este poblado. En la esquina un señor de unos 50 años bajito, sonrosado y con un bigote cuyas puntas acaban en espiral toca la exquisita "Primavera " del compositor alemán Schumann. Estoy impregando de la melodía cuando una señora de unos 60 años se para ante mí y educadamente me ofrece una manzana. La anciana lleva una capa negra, unas zapatillas rebosantes de raíces y la berruga que tiene en la nariz podría ser un hexaedro regular.
- Tome buen hombre, acepta está manzana como señal de mi amistad,son las mejores manzanas de la comarca. Toma, ya verás que rica que está. Vamos cógela.
Agradecido,cojo la manzana y le doy un mordisco. El primer contacto es delicioso pero cuando mi estómago se prepara para absorver las pequeñas dosis de pectamina,azúcares y vitamina C, la lengua me empieza a arder. Noto como una especie de gusano recorre mi esófago y poco a poco voy perdiendo la razón.
. ¡Puaggg! Vieja estúpida , esta manzana está podrida. Metetela por el puto culo.
Tras unos segundos en los cuales el asco y la angustia invaden mi cuerpo, me caigo al suelo y noto como mi cuerpo va perdiendo fuerzas. Los brazos me flaquean y tengo la sensación de que mis manos y piernas se están encogiendo. En mis oídos retumban las carcajadas de la anciana y mis ojos sólo pueden percibir imágenes borrosas y difusas.Cada vez me encuentro más debilitado, el corazón late a un ritmo frenético y creo que pronto dejará de hacerlo. Probablemente sea el fin de mis días. Todo empieza a volverse oscuro y poco a poco desaparece todo lo que tengo a mí alrededor.
Tras unos segundos de desconcierto, empiezo a tener visiones cada vez más claras, parpadeo unos segundos y al abrir los ojos veo un paisaje, donde una nube avanza a gran velocidad por una montaña. Avanza tan rápido que el sol adquiere un tono amarillo oscuro. Finalmente todo se convierte en gris y la nube envuelve la montaña: está nevando.
Estoy realmente perplejo ya que nunca había visto la nieve. Lo había visto en las películas pero no me imaginaba que fuese tan cremosa y agradable.Mientras disfrutaba del momento, una serie de preguntas empezaron a rondar por mi cabeza: ¿Acaso la muerte es el acceso a todos nuestros sueños? ¿ si existe el cielo y el infierno , este último es la vida?, ¿ Es necesario morir para cumplir tus sueños?. No sabía que contestar, tan sólo tenía ganas de llorar de alegría, ya que por primera vez en mi vida era feliz. Estaba sumergido en mis fantasías y no me di cuenta que una voz ronca me hablaba. Cuando me di cuenta ya era demasiado tarde , me había empujado al suelo:
- Hola, amigo, que tal estás, llevamos muchísimo tiempo esperándote.Es un gran honor para mí tenerte entre nosotros. Espera llamaré al resto. COTINUARÁ….
El literato de la mancha Don quijote de Barkwick.
NO PUEDO PARAR DE CREAR
El fotógrafo gallego José Cendón escribe "Billete de ida". Es la historia de una persona que no deja de luchar por la suerte de África.
Envía una foto de actualidad y sera publicada.
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martes, 25 de marzo de 2008
La PAC
La PAC
Los bueyes araban en jornadas maratonianas. Fueron nuestros antepasados los que destruyeron o transformaron este maravilloso paisaje para crear tierras de cultivo.Cuando era joven me acuerdor de los ancianos contando historias en la taberna del pueblo, jaja, era increible cuando el Faustino me mandaba ir a comprar tabaco y me daba cinco pesetas, el precio exacto del paquete de ducados, y me decía;
-Chiguito compra un paquete de tabaco y quedate con las vueltas-. Yo siempre iba , me compraba unos dulces y luego le devolvia las vueltas diciendole:
-Tome las vueltas Faustino- el anciano echaba dioses y se cagaba en todos los santos mientras salía escopetado de la taberna .
Como estaba contando, aquellas historias enriquecian mi vaga cultura sobre nuestra historia.
-Cuando una ardilla recorria la península de norte a sur saltando de árbol a árbol.- eso si que eran buenos tiempos. Fueron nuestros antepasados los que hicieron de nuestros bosques aquellas tierras de cultivo que todabia perduran, bueno en cierta medida hasta la concentración parcelaria.La falta de grandes masas de árboles hacen que la desertización de la península vaya a toda maquina , junto a la emisión de gases que liberamos en tan solo un siglo.
La noche se hechaba sobre nuestras cabezas en aquella tierra cerca del arroyo de San Paulino. Toda la tarde arando, mañana me pasaré el día arando y pasado mañana... nose la sequía habrá acabado con.... todo. ¿Por que debo seguir cultivando? no es rentable, ayudo a la desertización acelerandola. Pero tengo la ayuda de la Unión Europea en materia de política agraria. puff !menuda mierda yo solo quiero que la raza humana desaparezca de la faz de la tierra y se termine un ciclo.
-Ey, como con los dinosaurios- Pues sí, como con los dinosaurios.
Relato de Burbuja.
Los bueyes araban en jornadas maratonianas. Fueron nuestros antepasados los que destruyeron o transformaron este maravilloso paisaje para crear tierras de cultivo.Cuando era joven me acuerdor de los ancianos contando historias en la taberna del pueblo, jaja, era increible cuando el Faustino me mandaba ir a comprar tabaco y me daba cinco pesetas, el precio exacto del paquete de ducados, y me decía;
-Chiguito compra un paquete de tabaco y quedate con las vueltas-. Yo siempre iba , me compraba unos dulces y luego le devolvia las vueltas diciendole:
-Tome las vueltas Faustino- el anciano echaba dioses y se cagaba en todos los santos mientras salía escopetado de la taberna .
Como estaba contando, aquellas historias enriquecian mi vaga cultura sobre nuestra historia.
-Cuando una ardilla recorria la península de norte a sur saltando de árbol a árbol.- eso si que eran buenos tiempos. Fueron nuestros antepasados los que hicieron de nuestros bosques aquellas tierras de cultivo que todabia perduran, bueno en cierta medida hasta la concentración parcelaria.La falta de grandes masas de árboles hacen que la desertización de la península vaya a toda maquina , junto a la emisión de gases que liberamos en tan solo un siglo.
La noche se hechaba sobre nuestras cabezas en aquella tierra cerca del arroyo de San Paulino. Toda la tarde arando, mañana me pasaré el día arando y pasado mañana... nose la sequía habrá acabado con.... todo. ¿Por que debo seguir cultivando? no es rentable, ayudo a la desertización acelerandola. Pero tengo la ayuda de la Unión Europea en materia de política agraria. puff !menuda mierda yo solo quiero que la raza humana desaparezca de la faz de la tierra y se termine un ciclo.
-Ey, como con los dinosaurios- Pues sí, como con los dinosaurios.
Relato de Burbuja.
divino creador
Divino creador
Divino creador, tú que lo hiciste todo, tú que lo sabes todo. Me presento ante ti para exponerte mi difícil situación.
Soy la Tierra, el tercer planeta más cercano a la estrella que llaman Sol. Como ya sabes, siempre me he mostrado agradecido por permitirme albergar vida. No sé cuáles fueron los motivos que te impulsaron a considerarme entre los elegido para tal menester, pero opino que se te ha ido de las manos.
Durante cientos, miles, millones de años he permanecido impasible mientras en mi superficie evolucionaban las diferentes especies, desde los organismos más sencillos hasta los más complejos. He soportado todo tipo de desavenencias: glaciaciones, terribles sequías, terremotos, erupciones volcánicas y colisiones de meteoritos de los más diversos tamaños. De hecho, como ya sabes, uno de ellos hizo desaparecer a los dinosaurios. Estos seres eran muy simpáticos. No se metían conmigo. Suficiente tenían con sobrevivir en mi superficie.
Pero todo esto cambió con la llegada de esa raza que se denominó hombre. Con él vino el odio y la guerra. Al principio pensé que era cuestión de tiempo que aprendiera a vivir en armonía conmigo, siguiendo el ejemplo del resto de especies. Cuál fue mi sorpresa al descubrir que con el paso de los siglos no ocurría esto. Al contrario. A medida que el cerebro de los hombres evolucionaba de manera exponencial, nuevos problemas fueron apareciendo.
Me acuerdo de la difícil decisión que tomaste. La del gran diluvio. La población humana se diezmó. Pero en vez de aprender de este toque de atención, los hombres buscaron fórmulas para sobrevivir en este tipo de desastres.
Así, durante los últimos siglos se han reproducido, de manera que hoy ya hay más de 6.000 millones de humanos en mi piel. Pero eso no es lo peor…
Para su desarrollo no han tenido reparo en destrozarme por dentro. Me han abierto millones de agujeros. Me han extraído todo tipo de materiales, desde oro y petróleo hasta simple piedra y agua. Pero eso no es lo peor…
En su inclemente creencia de ser los amos del planeta, han hecho desaparecer multitud de especies para comer, vestirse o por puro placer. Especies que tenían el mismo derecho que el hombre a habitar mi piel. Especies que, al contrario que los hombres, han seguido los dictámenes que les impuse desde el principio. Pero eso no es lo peor…
Dada su tendencia a la guerra, durante siglos han ido desarrollando nuevas formas de lucha. Así, lo que en principio fueron inofensivas piedras y lanzas, ha desembocado en una increíble industria armamentística. Jamás se me olvidará aquel día en el que la más aberrante creación humana aniquiló la ciudad de Hiroshima. Pero eso no es lo peor…
De la mano de las armas llegaron otras industrias. Quizá por desconocimiento o por mala fe, las chimeneas de las fábricas llevan años expulsando un veneno que me está destrozando la capa de ozono y provocando un cambio en el clima como nunca antes había visto. En definitiva me están matando.
Por todo lo anterior, te imploro divino creador que entiendas mi situación y tomes medidas al respecto. Aunque se que es difícil la decisión, yo, La Tierra, te pido que extermines el que tú consideras el cúlmen de la creación y yo una molesta y peligrosa plaga: el ser humano.
Fabu del GIT
Divino creador, tú que lo hiciste todo, tú que lo sabes todo. Me presento ante ti para exponerte mi difícil situación.
Soy la Tierra, el tercer planeta más cercano a la estrella que llaman Sol. Como ya sabes, siempre me he mostrado agradecido por permitirme albergar vida. No sé cuáles fueron los motivos que te impulsaron a considerarme entre los elegido para tal menester, pero opino que se te ha ido de las manos.
Durante cientos, miles, millones de años he permanecido impasible mientras en mi superficie evolucionaban las diferentes especies, desde los organismos más sencillos hasta los más complejos. He soportado todo tipo de desavenencias: glaciaciones, terribles sequías, terremotos, erupciones volcánicas y colisiones de meteoritos de los más diversos tamaños. De hecho, como ya sabes, uno de ellos hizo desaparecer a los dinosaurios. Estos seres eran muy simpáticos. No se metían conmigo. Suficiente tenían con sobrevivir en mi superficie.
Pero todo esto cambió con la llegada de esa raza que se denominó hombre. Con él vino el odio y la guerra. Al principio pensé que era cuestión de tiempo que aprendiera a vivir en armonía conmigo, siguiendo el ejemplo del resto de especies. Cuál fue mi sorpresa al descubrir que con el paso de los siglos no ocurría esto. Al contrario. A medida que el cerebro de los hombres evolucionaba de manera exponencial, nuevos problemas fueron apareciendo.
Me acuerdo de la difícil decisión que tomaste. La del gran diluvio. La población humana se diezmó. Pero en vez de aprender de este toque de atención, los hombres buscaron fórmulas para sobrevivir en este tipo de desastres.
Así, durante los últimos siglos se han reproducido, de manera que hoy ya hay más de 6.000 millones de humanos en mi piel. Pero eso no es lo peor…
Para su desarrollo no han tenido reparo en destrozarme por dentro. Me han abierto millones de agujeros. Me han extraído todo tipo de materiales, desde oro y petróleo hasta simple piedra y agua. Pero eso no es lo peor…
En su inclemente creencia de ser los amos del planeta, han hecho desaparecer multitud de especies para comer, vestirse o por puro placer. Especies que tenían el mismo derecho que el hombre a habitar mi piel. Especies que, al contrario que los hombres, han seguido los dictámenes que les impuse desde el principio. Pero eso no es lo peor…
Dada su tendencia a la guerra, durante siglos han ido desarrollando nuevas formas de lucha. Así, lo que en principio fueron inofensivas piedras y lanzas, ha desembocado en una increíble industria armamentística. Jamás se me olvidará aquel día en el que la más aberrante creación humana aniquiló la ciudad de Hiroshima. Pero eso no es lo peor…
De la mano de las armas llegaron otras industrias. Quizá por desconocimiento o por mala fe, las chimeneas de las fábricas llevan años expulsando un veneno que me está destrozando la capa de ozono y provocando un cambio en el clima como nunca antes había visto. En definitiva me están matando.
Por todo lo anterior, te imploro divino creador que entiendas mi situación y tomes medidas al respecto. Aunque se que es difícil la decisión, yo, La Tierra, te pido que extermines el que tú consideras el cúlmen de la creación y yo una molesta y peligrosa plaga: el ser humano.
Fabu del GIT
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