Nada más entrar, la anfitriona acudió rauda a recoger (más bien ocultar) la ropa que tenía desperdigada por todo el dormitorio... mientras tanto el huésped se dedicó a fisgar uno por uno los libros que se amontonaban en la estantería del mueble del salón.

“Tengo cervezas” –dijo ella- “¿Quieres una?”
“¡Claro!”, contestó el invitado mientras pasaba rápidamente las páginas de “Alicia en el País de las Maravillas” en busca de ilustraciones.
“Son sin alcohol” añadió ella camino del frigorífico.
“Entonces no quiero”, dijo él.
4 comentarios:
libre albedrío compañeros...
ein???
oh magnifica asociación!!! escueta,clara,imaginativa...dejando al lector una interpretación final de sobra conocida. De las fabulillas que me gustan
pues en berbes tendré otra con dibujos, pero exos por mi.
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