La polémica estaba servida. La verdad es que era lógico pensar que algún pequeño fallo hiciera explotar el enorme montón de bombas mediáticas que se habían ido juntando de un tiempo a esta parte, aunque pocos se imaginaban que lo hiciera con tanta violencia.
La policía española, ayudada por la fuente inagotable de información que suponen los archivos secretos de la INTERPOL, solo tuvo que articular la operación. Además, los agentes nacionales ya estaban acostumbrados a este tipo de actuaciones. En la retina policial quedaban ya casos como el de Roquetas o la operación Malaya.
La manga murciana, castigada ferozmente por las innumerables promociones que llevaban años invadiendo espacios naturales, era el escenario perfecto. Quizá se pensara ¿quién se va a fijar en esta operación, rodeados como estamos de incontables trapicheos similares?, pero la verdad es que este trapicheo superaba a los demás con bastante facilidad.
Ocho hoteles, tres campos de golf, dos lagunas artificiales y cuatro balnearios eran la muestra de que la operación iba más allá de un simple trapicheo. Atrás habían quedado varias actuaciones ilegales: expropiación y recalificación de terrenos, adjudicaciones a dedo, construcciones sin plan de seguridad, etc. Todas estas fases habían sido borradas de cara a la opinión pública gracias al esfuerzo de los promotores, pero siempre quedan fisuras…
Una de ellas, quizá la más estúpida, invitó a la policía a indagar un poco, y a pesar de que les costó más de lo esperado, consiguieron localizar a los “cerebros de la trama”, término éste que, junto a “espectáculo dantesco” y “corrupción urbanística” estaban de moda por aquel entonces.
Fue en ese momento cuando explotó. Al frente de la operación estaban varios de los máximos prelados españoles, entre ellos Rouco Varela y Monseñor Blázquez. Ese par de “cristianos” había preparado una promoción urbanística ilegal sin parangón cuyas beneficiarias eran las arcas de la Iglesia Católica Española.
Pero ahí no acabó la cosa, ya que en ese momento, una vez que el Vaticano defendió a capa y espada los intereses de sus prelados, la INTERPOL metió baza en el asunto. Según los informes de esta organización, estos hombres no eran más que una herramienta. El verdadero jefe de la operación venía de más arriba. No del cielo, pero casi. El mismísimo Papa Benedicto XVI estaba enterado de la operación. Es más, la consintió con la única condición de que gran parte de las ganancias fueran a su propio bolsillo.
El mundo católico se paró en seco. Las dudas convivieron durante algunas semanas con las muestras de apoyo que llegaban desde los más diversos ámbitos del planeta, pero hace ya tiempo que la Fé perdió la batalla contra la Razón.
Nadie sobre la faz de la tierra estaba por encima de la justicia humana, ni siquiera el portavoz de Dios.
El 27 de octubre de 2008, el Papa Benedicto XVI fue detenido en una actuación conjunta entre las policías española e italiana en su “chalet” de Munguello, donde entraron por la fuerza. A la mañana siguiente ingresó en la penitenciaría de Roma ante la mirada atónita del mundo entero.
Aunque los contactos del Vaticano hicieron posible su salida de la cárcel apenas unas horas después, la imagen ya había recorrido todos los rincones del planeta.
Una vez más, y ya iban muchas a lo largo de la historia, la Iglesia Católica fue desenmascarada, aunque esta vez fue la definitiva….
NO PUEDO PARAR DE CREAR
El fotógrafo gallego José Cendón escribe "Billete de ida". Es la historia de una persona que no deja de luchar por la suerte de África.
Envía una foto de actualidad y sera publicada.
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viernes, 23 de mayo de 2008
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1 comentario:
he vuelto.....
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