Ataviado ya como un monje más, el joven rebautizado como Tao Pe comenzó su entrenamiento. A pesar de que él quería desesperadamente iniciar el estudio de los movimientos, el maestro Chow le impuso otra práctica bien distinta.
Durante varias semanas, Jeremy estuvo en equilibrio día y noche sobre unos altos juncos que sobresalían del lago, con el único apoyo de sus pies. Después de varias horas en la misma postura (eso cuando no se caía a las frías aguas) el joven volvía al molino para dar vuelta tras vuelta a la pesada piedra con la que se hacía la harina para después volver a encaramarse a los juncos.
Tan sólo tenía unas breves pausas para dormir y comer, por lo que los primeros días fueron durísimos. Tanto, que llegó a enfermar en varias ocasiones, aprovechando el maestro Chow para endurecer el entrenamiento. Según él, las condiciones físicas dependían del estado mental del individuo. Si se controlaba esto, el luchador no pasaba frío o calor, hambre o cansancio, sueño… o dolor.
Un buen día, cuando el cerebro de Jeremy ya conseguía mantener a su cuerpo en un equilibrio perfecto durante días, el maestro Chow se acercó a él.
- Ya estás preparado para pasar al segundo nivel del entrenamiento, mi joven amigo.
- ¿Usted cree?
- Estoy convencido de ello. Has de saber que nadie había conseguido dominar así su equilibrio en tan poco tiempo. Normalmente, los jóvenes alumnos necesitan años para controlar su cuerpo como lo haces tú.
- Entonces, ¿ahora me enseñará los movimientos?
- Jajaja, no, mi joven amigo. Todavía queda mucho para eso, pero vas por muy buen camino.
Si en la primera fase se entrenaba el equilibrio y la comunión entre cuerpo y mente, la segunda estaba reservada para el fortalecimiento del cuerpo.
De esta forma, el anciano le impuso un durísimo reto. Jeremy debía repetir sucesivamente una serie de ejercicios que englobaban carreras continuas sobre superficies escarpadas, levantamiento de diferentes pesos, saltos, flexiones y demás. Aunque al principio Jeremy pensaba que esta fase sería más accesible para él, dada la fortaleza física que le caracterizaba, tan sólo un par de sesiones le hicieron darse cuenta de lo complicado que sería llevarla a cabo. Y es que mantener una actividad tan exigente durante casi 10 horas seguidas sin comer o descansar es algo reservado sólo para algunos elegidos.
Aún con todo, Jeremy siempre se había volcado con todo lo que iniciaba, por lo que aguantó estoicamente el dolor y el cansancio durante casi dos meses. Un buen día, cuando el joven ya realizaba sin apenas esfuerzo las diferentes sesiones, el maestro Chow se volvió a acercar a él.
- ¿Crees que estás preparado para empezar a aprender, mi joven amigo?
- No lo sé. Eso lo debería decidir usted, mi joven amigo.
- No. Llegado a este punto, nunca permitas que nadie diga lo que puedes o no puedes hacer. Tú eres el único que tiene que establecer tus límites.
- …Sí. Estoy preparado.
- Muy bien. Yo también lo creo.
Aunque Jeremy no lo sabía, era el primer alumno que pasaba las fases previas de su entrenamiento en tan poco tiempo. Eso le hizo merecedor de halagos y envidias a partes iguales provenientes del resto de los alumnos.
Así, bajo el nombre de Tao Pe, el joven empezó a repartir golpes por doquier. Al principio, éstos caían en saco roto, mientras era él el que recibía las palizas, pero como todo en esta vida, la vuelta de la tortilla sólo dependía de la práctica.
A las dos semanas de haber empezado el entrenamiento, Jeremy consiguió devolver la moneda al joven que le venció el primer día, tumbando así a su primer oponente.
Una vez pasado este punto, el ahora conocido como Tao Pe continuó su entrenamiento durante varios años, en los que fue venciendo sucesivamente a los adversarios que se le ponían delante, ante el regocijo del maestro Chow y la condescendencia de Hi Jong.
Día a día, el joven mejoraba su técnica a través de un durísimo entrenamiento, haciéndose un hueco en la vida cotidiana del monasterio. A pesar de todo, la mayor dificultad que encontró durante este tiempo fue la de aprender el incomprensible idioma de los monjes, pero cuando ya se erigía como el mejor luchador de la escuela lo hablaba de manera fluida.
Un buen día, el maestro Chow le llamó a su vera.
- Tao Pe, has mejorado mucho durante estos años. Es hora de que muestres tus habilidades con los maestros.
- No sé si seré capaz de venceros, pero lo intentaré.
El primero en subir al tatami fue Lee Wang, cuyo aspecto febril engañaba a primera vista. Sus puños eran tan rápidos como el aleteo de una libélula y tan duros como el acero.
Saludados los contendientes, la lucha se dirimió en un abrir y cerrar de ojos. Lee Wang sólo pudo descargar su fuerza en un par de ocasiones, a las que Jeremy respondió con cuatro movimientos consecutivos que hicieron mella en el consejero de Chow y el combate se decidió a favor del joven.
En ese momento subió al tatami Chun Tao, de quien se decía que era capaz de vencer a sus oponentes sin ni siquiera moverse, al menos físicamente. Con él, Jeremy se tuvo que emplear mucho más a fondo, pero después de varios minutos en los que los golpes se sucedieron por ambas partes, el joven consiguió tumbar al segundo de los consejeros. Tan pronto como acabó el combate, Chun Tao mostró sus respetos hacia el gran alumno en que Jeremy se había convertido
El tercer combate sería mucho más duro, ya que Hi Jong era conocido como el mejor luchador (sin contar con el maestro Chow) del monasterio. Mientras los contendientes se preparaban para la que podría ser la pelea más interesante en muchos años, todos los monjes se arremolinaban alrededor del tatami. Entre ellos se podían escuchar conversaciones pronosticando quien sería el vencedor, pero en realidad nadie sabía lo que podía pasar.
- Te crees muy fuerte porque has vencido a Chun Tao y Lee Wang, pero todavía te queda mucho por aprender, forastero.- dijo con vehemencia Hi Jong
- Lo sé, pero sólo probando puedo conocer mis límites. Y creo que puedo contigo.
- No me hagas reír. Un occidental jamás podrá vencer a un maestro de la lucha como yo ni con un millón de primaveras de entrenamiento. No eres más que un crío que ha recibido el favor de Chow. Si fuese por mí, no te hubiera dejado entrar nunca aquí.
- Me lo has dejado claro en muchas ocasiones. Sin embargo, el maestro Chow me ha enseñado a no guardar rencor dentro de estos muros. ¿Estas preparado?
- ¿Y tú?
Después de la batalla dialéctica previa a todo gran combate, Jeremy y Hi Jong comenzaron a repartirse golpes a tal velocidad que muchos alumnos no veían los movimientos, mientras que otros se atrevían a afirmar que eran dioses los que estaban peleando y no seres humanos.
Casi media hora después, los dos contendientes sangraban en varias partes de su cuerpo, pero el combate estaba pasando mayor factura a Jeremy. Un mal gesto le hico retorcerse el tobillo e hincar la rodilla en el tatami, momento en el que Hi Jong aprovechó para dar por finalizada la lucha. Con un golpe maestro dejó inconsciente al joven ante el silencio del resto de los alumnos.
Horas más tarde, Jeremy abrió los ojos y se vio tumbado en un confortable lecho custodiado por el maestro Chow.
- No te preocupes. Estás bien, tan sólo has perdido el conocimiento. Tendrás que entrenar más.
- Si… mucho más –dijo Jeremy en un suspiro-. Creo que con el tiempo podré vencerle…
Continuará
NO PUEDO PARAR DE CREAR
El fotógrafo gallego José Cendón escribe "Billete de ida". Es la historia de una persona que no deja de luchar por la suerte de África.
Envía una foto de actualidad y sera publicada.
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miércoles, 16 de julio de 2008
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9 comentarios:
Bueno, aquí dejo la tercera entrega
Espero sea de vuestro agrado
hay nuevas fotos en www.the-naas.spaces.live.com
Ah, ¿pero todavía existe?
sip, es como el GITanic, que se hundió, pero todavía está allí
Joder que guapo Gabi!! este es mi primer comentario después de haber leído los tres primeros capitulos.
Hay de todo: desde rutas por paisajes tan inóspitos como el valle de las Tres Gargantas, hasta entrenamientos a lo "Jean Claude Van Damme" en la mejor peli que ha hecho este "actor", que es la de "kick boxing", y por supuesto combates al más puro estilo de "Bola de dragón", lo malo que no hay "Kame hames" ni "ondas vitales". Espero que para el cuarto capítulo Jeremy sea capaz de encntrar una técnica secreta en el que espiritu y fuerza física se convinan para producir un feroz ataque ultra rapido-mortal, y sea el único que a conseguido descubrir tal poder... no se, yo también desvarío.
La verdad que me ha gustado y eso lo noto cuando una historia me engancha de principio a fin y deseo saber más de ella, simplemente estoy siendo objetivo, que esa historia sea comoda de leer, es decir, me gusta tener esa sensación en las que las cosas y el mundo en el que nos sumergimos cuando leemos algo, encaja por si solo, de la misma manera cuando vemos una peli, los personajes y los dialogos de los mismos funcionan en un buen contexto, y esto, en el mundo escrito es más dificil de conseguir, sobre todo cuando ya metes dialogos.
Vamos que me a gustado sobre todo lo de las battallas en los tatamis, pero no te cohíbas al representar más a fondo esos combates y darles un poco más de protagonismo, puede parecer más comercial pero si lo haces bien resultaría chulisimo recrear dichas peleas en nuestras cabezas.
Animo Gabrielo, empieza con la cuarta entrega y a luchar!!
PERO QUE MAJOS!!! HAY AMAAAAAA!!!
GABI TENÍAS QUE HABER VENIDO A LLANES!!! VUELVE CON NOSOTROS!!!!
Joder, que cansino eres a veces.
A mi también me hubiera gustado desarrollar más los combates, pero entonces la historia sería interminable y tuve que ceder en ese sentido.
Tranquilos que la cuarta entrega llegará pronto
Hay que mandar más comentarios, que a Borja le llegan todos los que enviamos ya así le raspamos.
Pronto la supermegaguayhomosexualdetodounpokito fabulilla "La caudrilla": la historia de como unos amigos de Burgos se juntan para salvar a la Tierra de unos robots venidos del futuro y un espantapájaros con mala leche y un poder seceto que no voy a revelar.
Ta luego y nos vemos a la misma bathora y en el mismo batcanal.
Bien Gambrielo sigue tu camino...
Y ostia! Jaitano, comprate un diario, que a este ritmo acabarás contando tus intimidades,que te sientes fino y seguro y tal cual(y encima te doy ideas)... puf,seguro que mi comentario da pie a otro tuyo extenso de cojones, pero rezemos para que no se convierta en fabulilla.
Discrepo, creo que Contacto sangriento es la mejor, podemos comprobarlo tras visualizar estas dos grandes obras del cine y hasta crear una tertulia en la terraza del Zurich.
Por que no utilizas tu blog para contar como te sientes???
- Hoy me he comido una naranja y catorce platanos. La naranja estaba fresiquita y a dejado ese saborcillo dulce amargo en mi lengua, la vitamina C me ha servido para fortalecer mis huesos.
Joder se me está pegando la tonteria de escrir comentarioscomentarios.
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